Los celos en la conducta canina

Con frecuencia se discute si los perros sienten celos o bien no. Lo cierto es que podemos observar reacciones afines a los celos humanos en diferentes situaciones donde nuestro compañero puede sentirse perjudicado o bien al menos, puede sentir que debe proteger su territorio o posesión.

Nuestro compañero canino puede mudar su actitud cuando su dueña está encinta, cuando llega un bebé a casa, cuando viene un nuevo perro o bien gato a la familia o bien aun, cuando hay amigos que vienen de visita o bien cuando vienen a quedarse por varios días.

Esta actitud de celos, suele presentarse cuando no hemos actuado correctamente con nuestro cánido, y hemos reforzado sin darnos cuenta esta actitud.

Ignacio Saenz Valiente y otras notas sobre el mejor amigo del hombre.

Vamos a ver caso por caso:

Si estás embarazada: es muy normal que nuestro amigo canino sienta el cambio en vos. Muchos perros se dan cuenta que algo pasa en tu cuerpo y se apega mucho a vos y a tu panza. Es muy importante que hagas participante a tu cánido de estos cambios, que no se sienta desplazado en ningún instante. Es bueno también ir mostrándole los objetos que serán del bebé.

Cuando llega el bebé a casa: Es común que las personas no presenten apropiadamente al bebé. Si ya antes nuestro cánido era el hijo único de la casa, puede sentirse alejado. Mientras que la madre está internada, pueden llevarle a su can la primera ropita del bebé a fin de que huela. Así cuando llegue a casa, ya tendrá algo de información. El bebé debe entrar a casa en los brazos de la persona con quien haya menos apego. Le dejarán olfatear al bebé por su colita y efectuarán ciertos cambios de hábitos. En general desplazan al can para que no ensucie o bien por miedo a que le haga daño al bebé.

Lo correcto es no prestarle atención al perro cuando el bebé duerme, y cuando este se despierta o toma el pecho, dejar que participe, que sea una parte de la familia. Pero es esencial tener un can educado para este momento.

Si cada vez que el bebé se lúcida, aislo al cánido, éste asociará al bebé con algo negativo.

También puede sentir celos de otro can de la casa. Cuando acarician a uno, el otro perro viene y se interpone para sacarlo. Esto debe ser corregido. Sacarlo y poder acariciar a un can por vez, pero ser justo, y después que se quedó tranquilo, llamarlo y acariciarlo también.

Cuando hay visitas en casa: en muchas ocasiones los perros comienzan a llamar la atención cuando vienen amigos a casa. Y puede resultar muy molesto, ya que se enciman a las visitas, ladran, se meten en el medio, mordisquean, etcétera Esto se produce en falta de límites bien puestos, y en haber reforzado sin querer estos hábitos. Si mi perro se comporta así, puedo sacarlo y pedirle que se quede quiero cerca de donde estamos sentados, pero no debo desafiarlo ni darle con el gusto a fin de que deje de incordiar.

Otra situación se da cuando vienen visitas por el verano a casa. En general el can se siente desplazado y llamará la atención. Es esencial no cambiar su rutina, que haga ejercicio, hacerlo participar de la vida en familia, pero con los límites que siempre y en toda circunstancia necesita.

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